Dicen que cuando uno toma una taza de cafe en un buen sitio bien acompañado los chismes del mundo de la política y las ultransas de algunos malos samaritanos Campechanos salen a relucir, eso dicen, es por tanto que los cafe de la ciudad de San Francisco de Campeche a diario, a eso de las ocho de la noche o a eso de las siete de la mañana reunen a un sin fin de actores inmiscuidos en el tercero y cuarto poder, entre ellos a diputados, algunos dirigentes partidistas, elementos esenciales de ayuntamientos y algunos que otros reporteros, o jefes de información y calumnistas y columnistas, respectivamente.
Lo interesante del Cafe es que logra aperturar las ideas, el poder enterarse de los últimos chismes de la elite de poder y de sus malos manejos, quiero aclarar que estos no se presentan usualmente, al menos en esta hermosa, honorable y honrada ciudad.
Sin embargo, suele suceder que los malos días llegan, al menos creo que cuando se me ocurrio visitar un conocido cafe de la ciudad, fue ese día, el mismo en que me llegarón las malas noticias.
Así comienza esta historia, que es 100 porciento veridica, me consta, y que le paso al amigo, de un amigo que es arquitecto, el mismos quien no quiso proporcionar su nombre, de hecho ni siquiera quiso dar a conocer su caso, tiene la esperanza de que la corrupción se acabe (quiero creerlo) y al menos sigue esperando algunas obras, como la que licitamente gano y no le proporcionaron, le lleguen en su carrera, sin necesidad de tener que pelear por algo que él gano con sus esfuerzos.
Y todo comienza así.
Hace apróximadamente un año y medio que en la Ciudad de Campeche, el instituto que brinda atención medica, segura, a todos los ciudadanos, inicio la licitación de tres obras, las mismas que presagiaban una ola de crecimiento en el tenor de la salud y sobre todo de una sustancial mejora a los servicios medicos en la localidad. Estas licitaciones hicieron en los ojos del amigo de mi amigo brillaran en busca de una oportunidad, sobre todo, por la carrera en ascenso que el prospecto de arquitecto tiene.
Es por tanto que decidio concursar, el jóven soñaba en esas promesas de que la corrupción se acaba, que tu y yo combatimos la corrupción, y casi, casi estas proliferas palabras de que México ya cambio se las empezaba a creer el jóven, quien luego de realizar los tramites en tiempo y forma para participar en las licitaciones federales de estos tres proyectos medicos, resulto ganador, si, ganador de las tres licitaciones.
Bueno fuera que la historia terminara aqui, que el joven arquitecto, aqui cambio su vida, hizo las tres obras, gano los recursos merecidos por su trabajo, pero la historia no fue así.
Dice el sujeto, que luego de haber resultado a nivel federal electo ganador de las obras, a nivel local, cierto dirigente de este instituto por demás conocido prefirio hacer algunos cambios, esos de beneficio familiar, y resulta que al arquitecto nomas los proyectos le fueron negados.
Apesumbrado por las palabras de un directivo de ese nivel quien a través de sus subordinados dio a conocer este mensaje, inicio algunos tramites, quejas, formas de cambiar estas triquiñuelas de estos grupejos en el poder, hasta el momento en que alguien, dijo, le puso un alto a sus pensamientos de libertad.
En este caso, cabe señalar, que algunos amigos que el no conocia, le recomendaron que le bajara un poco a sus humos, que mejor se ubicara que formará parte de estos planes, que si no se ponia en un mal plan una obrita tal vez no tan jugosa, más pequeña le quedaría a su cargo.
"Así son las cosas amigo, pero no te preocupes no te va a ir tan mal, coopera, todo saldra bien para ti, para nosotros, tu tienes mucho futuro, y nosotros podemos ayudarte a crecer, sólo coopera" fueron las palabras textuales de uno de sus nuevos amigos.
Aquí si ya casi concluye esta amarga historia y es que el amigo de mi amigo no dijo si siguio formando parte de ese circulo vicioso, denominado corrupción, la verdad no lo se, sin embargo, esta triste, oscura y negra historia, sólo demuestra lo vil, oscuro y negro que sigue siendo el sistema mexicano, al menos en Campeche.
Esta historia es real, lo juro, es la historia del amigo de un amigo que es arquitecto, cualquier coincidencia de caso con otras dependencias serán puros cuentos, pero dicen que esto sólo sucedio en este instituto de salud, sino que pasa en decenas de sitios, donde el dinero y el poder se mezclan, ¿Será?.
Hasta Luego
Edgar León
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