martes, 13 de enero de 2009

PLUMA URBANA

Un PAN fortalecido?
Por: Edgar León


Los tiempos electorales, se avecinan. Tambores, y trompetas en pie de guerra se pueden escuchar en los horizontes del Estado. Campañas se fraguan en oficinas y túneles secretos. Los arreglos para comprar conciencias y unificar grupos de apoyo se presentan a fin de favorecer a algunos. Las lideresas de colonias empiezan a ser adiestradas, lanzadas para respaldo de los elegidos. Pero todo esto solo forma parte de la mejor y única maquina lanzada para trabajar en tiempos electorales. La estructura “PRIISTA”.
Por el lado contrario en la acera de enfrente, donde los bolillos son el principal alimento, la plana mayor de los emporios empresariales ajustan cuentas, todo parece armonioso pero el hambre de poder de muchos los empieza a fragmentar. Sus discursos, tras la muerte del “Virtuoso” Juan Camilo Mouriño han sido un llamado a atender los intereses del partido, de buscar agruparse por un interés común, de integrar un PAN fortalecido.
Pero la realidad se puede observar en los medios de comunicación. Esa máquina no tiene el mismo aceite que la del tricolor -su estructura es endeble-, se cae en cualquier intento de poder arrancar operaciones. La muestra es fácil de notar. Pese a su gran poderío la estructura Panista carece de unidad, de determinación y en su afán de defender sus supuestos estatutos transparentes y de llevarle la contraria a su único y ancestral rival: el PRI, sigue sin poder crecer, sin poder despegar, sin poder triunfar efectivamente en el Estado.
Hoy, los discursos de los albiazules hablan de poderío, de triunfo, de arrasar en la contienda del 2009, pero sus mensajes pese a todo son huecos, vacios, sin sustento. Los panistas ya se están dando con la charola. Los desplazados empiezan a jugar cartas para concretar alianzas con los que serán los ganadores. Pero en realidad su principal enemigo, han sido sus promesas.
Felipe Calderón y Vicente Fox, los presidentes del cambio, han destrozado aquella imagen que en un principio hizo repuntar al albiazul a los pinos. Poco tiempo después sus mismas palabras de campaña que avizoraban una radical transformación de nuestro México efectivamente sucumbieron y transformaron las cosas, solo que con efectos muy contrarios a los esperados.
Se hablo de abatir el desempleo, y efectivamente lo cumplió solo que los desempleados ahora forman parte del crimen organizado, se hablo de un mayor número de viviendas, solo que las mismas se realizaron para beneficio de sus familias, y aunado a esto el conflicto de Chiapas no se resolvió en 15 minutos, el narco no se quedo quieto, y hoy por hoy el panismo atraviesa uno de los peores tiempos de toda su existencia.
Los panistas locales hablan con triunfalismo de un periodo electoral en que llegaran fortalecido, tal vez eso no lo sepa Nordhausen que en su afán de protagonismo, de poder y más poder, ya inicio su campaña al interior del PAN; y quién sabe si esto le guste también a Mario Ávila Lizárraga, a Ignacio Seara o al mismísimo Sebastián Calderón Centeno o a Juan Carlos del Rio.
Por ahora, María Asunción Caballero dice que todo esta bajo control, que la estructura panista afina sus detalles, que se encuentran fuertes, que no los den por muertos, luego de que su gurú dejo esta tierra y todo esto puede ser; pero el eslabón más débil que resquebrajara al panismo sigue ahí, dividiéndoles, estorbándoles y muy pronto tratando de recuperando el poder que perdió cuando Juan Camilo se hizo el líder moral del albiazul en Campeche.
Será un duelo de poderes, el grupo Campeche o el grupo Carmen, pero ¿Podrá el panismo unificar interés?, ¿Podrá el panismo vencer la poderosa estructura bien organizada, estructurada, y formada por el PRI en todos estos años? Y lo más importante ¿Podrá el panismo luchar contra un candidato de unidad con propuesta y bien seleccionado dentro del PRI, no solo con dinero y con la parafernalia federal? Esas, esas serían las principales interrogantes.

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